NECESIDAD DE VALOR AÑADIDO (4 BIS)
Porque a mí no me molesta que se sepa que compro en unos determinados grandes almacenes o que realizo mis compras en el comercio de la esquina. A mí no me importa; pero es fácilmente comprensible y aceptable que a otras personas si que les pueda molestar que se permita el acceso (prácticamente con absoluta impunidad) a ese aspecto de su conducta o comportamiento.

A mí no me molesta. A otros puede que si lo haga. Pero lo que a nadie agrada es que esa información sea utilizada con fines comerciales (o sin necesidad de ellos) por parte de un tercero que no solamente actúe a espaldas de nuestro consentimiento, sino que lo haga a nuestra costa, con ánimo de lucro unilateral.

La protección de datos de carácter personal no significa la necesaria opacidad de los mismos, sino esencialmente que su titular disfrute de la posibilidad de consentir su utilización y participar en su comercialización por parte de cualquier tercero.

El deber de información de que tratan los artículos 12 y siguientes del Reglamento europeo no tiene por finalidad poner en conocimiento del titular datos o circunstancias que a la postre se convertirán en clausulas de estilo carentes de cualquier tipo de utilidad. La comunicación de la información que el Responsable se halla obligado a efectuar, ha de gozar de un claro aumento de valor para el Interesado.

Que a mí me comuniquen mi nombre y apellidos resulta ser un acto  inútil y hasta cómico. Que se me comuniquen los planes que una determinada empresa pretende sobre mi nombre y apellidos, es algo completamente diferente, que si aporta, me aporta, valor añadido.

Posts Relacionados